El sistema inmunológico es la defensa que tiene nuestro cuerpo en contra de las infecciones. Cuando se encuentra funcionando correctamente, este protege a nuestro organismo de las infecciones, por lo que, si tenemos un sistema inmunológico funcionando correctamente, no nos enfermaremos muy seguido.
Los alimentos que ingerimos juegan un papel muy importante en el funcionamiento de nuestro sistema inmune. No estoy diciendo que los alimentos son medicinas, pero estos contienen nutrientes básicos que pueden mantener nuestro organismo en buen estado.

Algunos de los alimentos que pueden subir la defensa son:
Pimiento rojo: esta hortaliza es la más rica en vitamina C, vitamina que ayuda fortalecer el sistema inmunológico.
Ajo: este tiene propiedades antibacterianas, anti viral y anti fúngico. Además, ayuda a disminuir la presión sanguínea y retarda el endurecimiento de las arterias. De igual modo, previene resfriados y combate la fiebre.
Almendras: contiene una gran cantidad de vitamina E. Con solo comer 46 almendras todos los días, podrás ingerir la cantidad adecuada de vitamina E que necesita el organismo.
Arándanos: este tiene un compuesto llamado acitocianina que posee propiedades antioxidantes y protectoras. Esta fruta es valiosa para el sistema inmune del tracto respiratorio, de modo que, ayuda a reducir las infecciones en el sistema respiratorio y los resfriados.
Aves de corral: tanto el pavo como el pollo contienen una gran cantidad de vitamina B6, esta vitamina es importante para la producción de glóbulos rojos al igual que es importante para muchas reacciones químicas que se producen en nuestro organismo.

Boniatos: contiene beta caroteno, el cual aporta vitamina A. La vitamina A protege la piel. El boniato tiene pocas calorías y proporciona fibra.
Brócoli: posee vitamina A, C y E, al igual que antioxidantes y fibra. Para poder aprovechar todas sus propiedades, es mejor comerlo crudo o cocerlo mínimamente.
Champiñones: el selenio, la vitamina B niacina y B2, son compuestos que ayudan a aumentar las defensas.
Chocolate negro: la teobromina que contiene ayuda a proteger los glóbulos blancos de los radicales libres.
Cítricos: los limones, naranjas, pomelos y mandarinas poseen grandes cantidades de vitamina C, la cual ayuda a producir glóbulos blancos. Por este motivo, los cítricos son recomendables para prevenir resfriados.
Pescados grasos: el salmón, atún y otros pescados de este tipo, son ricos en ácidos grasos omega 3.
Cúrcuma: es un antiinflamatorio que puede ayudar a tratar enfermedades como la artritis ósea y reumatoide.
Espinacas: contiene vitamina C, beta caroteno y antioxidantes.